manual del ateo, historia de los mormones

lunes, 12 de julio de 2010

Manual del Ateo

El ateo viene del griego A Theos que significa sin dios, es decir el que no tiene dios, o mejor dicho el que niega la existencia de todo dios, sea quien sea. Para que a un ateo se le respete debe conocer todo lo relacionado con el tal multicitado dios, aunque no crea en su existencia, debe conocer todas las teorías religiosas que han hecho los humanos sobre “eso” que llaman dios (CON NMAYUSCULA).
Los auto nombrados biógrafos de dios, nos hemos topado con un sinfín de dificultades para elaborar esta biografía, empezando por la mayor dificultad no biografía que es esta NADIE HA VISTO A DIOS, es decir, que llevamos, quien sabe millones de años hablando de dios sin que nadie lo haya visto, ni sepan su color ni siquiera que tal es de carácter así esta medio difícil de hacer una biografía.
Al menos tratemos de conseguir algo, a falta de la foto de dios, sus datos biográficos más importantes ¿Dónde nació? ¿Quiénes fueron sus padres? ¿Cuándo nació? ¿Dónde estudió? ¿Cómo se hizo dios? Inútilmente nadie sabe nada de nada; ¿Cómo es posible entender esto? ¡Si todo el mundo habla de dios! y hasta le rezan y le piden cosas y matan en su nombre y nada.
No acabo de creerlo tiene que haber alguien que lo haya visto a… perdón hay otra cosa no se de qué dios estoy pidiendo la biografía, porque resulta que hay un sinnúmero de dioses en todas partes y todos dicen que su dios es el buen, empezando por los judíos y su Jehová, el numero de dioses es infinito, simplemente los dioses que hay en existencia hoy en estos tiempos suman más de doscientos y todos diferentes.
¿Cuál es el único y verdadero dios?
El que adoran los cristianos, el que veneran los japoneses, el que tienen los esquimales, el que respetan los árabes, el que es adorado por las tribus australianas o el que tienes en sus casas los africanos.
¿Cuál es el verdadero y el más antiguo en el mercado? ¿O el que tiene más afiliados? ¿O el que tiene más tiempos en su honor? ¿O el que cuenta con los mejores ejércitos? ¿O el que es económicamente más poderoso?
¿Con qué criterio diagnosticar cual es el verdadero dios? ¿El que tiene más brazos? ¿El que tiene más hijos? ¿El que tiene más poderes mágicos?
Usemos un poquito de otra ciencia que interviene en este criterio, lo lógico es que el dios más antiguo sea el bueno ¿Cual es el dios entonces? Respuesta EL SOL, pero así fue la tremenda ignorancia de los primitivos sobre el mundo que los rodea hizo que volvieran su vista al cielo donde objetos desconocidos aparecían y desaparecían sin explicación alguna, influyendo grandemente sobre la vida de todo, fuera seres humanos, animales, plantas u otras cosas.
El Culto al sol y a la luna fue el primero casi entre todos los pueblos de la remotísima antigüedad: sacerdotes, chinos, aztecas, egipcios, japoneses, malayos, persas, hindús, asirios, sumerios, etc.
Al sol le sacrificaban animales y hasta hombres, mujeres y niños con la idea de mantenerlo contento, no sólo la luna y el sol era misterio para los primitivos: también era la vida misma, el nacimiento, los animales, los árboles, el aire, el fuego los ríos la muerte.
Ellos se preguntaban ¿Por qué vuelan los pájaros por los aires y yo no? Creían que son hijos del sol o las estrellas.
¿Y los muertos? ¿Qué poder misterioso se los llevaba y a donde? No teniendo respuestas el hombre inventó poderes sobrenaturales a todo cuanto lo rodeaba: el aire el agua las piedras los animales los bosques, el fuego, la lluvia Y EMPEZARON A HACER DIOSES.
Todo lo que no conocemos es milagroso dijo tácitamente Tácito viendo mirando a la gente creer en los poderes sobrenaturales de los dioses que se habían inventado.
En su busca de explicarse como ocurrían las cosas que él no podía hacer, el hombre antiguo desarrolló la creencia en lo sobrenatural.
En todas partes y en todas las tribus, el hombre creó dioses menores que el sol o la luna, su mujer dioses locales que se convertían en invisibles, que volaban por los aires, que caminaban sobre el agua y atravesaban la tierra gracias a los poderes que les otorgaban los grandes dioses.
En suma: los poderes de los “dioses” estaban limitados sólo por la habilidad o la imaginación del hombre que les atribuía esos y otros poderes, los dioses surgían de la imaginación y la necesidad del hombre y nada más.

El hombre se convirtió así en creador de dioses, (el lo que se llama “panteísmo” = todo es dios)
La invención del único dios la hicieron unos listísimos de hebreos mil cuatrocientos años antes de Cristo y mucho antes hace 30 mil años, el hombre hizo sus primeros dioses en forma de figuritas de barro o de piedra.
Los primeros ídolos que el hombre veneró fueron toscas, figurillas que representaban a mujeres embarazadas, falos viriles que simbolizaban la fertilidad.
El éxito tremendo de aquellos primeros dioses que lograban continuos nacimientos entusiasmó a la gente, que decidió fabricar más y más dioses para conseguir éxitos en otras actividades donde las dificultades eran más serias.
Y empezaron a fabricar dioses, cada pueblo inventó sus dioses con todo y propiedades no quedando campo alguno sin cubrir, los egipcios lograron una docena de dioses mayores llenos de virtudes, no sólo divinas sino inclusive animales.
Para alabar a tanto dios, primero hicieron santuarios, luego templos, complicados edificios en honor a los caprichosos dioses que casi nunca otorgaban los favores pedidos.
Finalmente se aburrieron de pasarse la vida rezándolos y pidiéndoles cosas y optaron por hacerse representar en el templo fabricándose estatuas personales que depositaban en frente de los dioses. No se sabe si hacían lo mismo en su casa cuando dejaban de llegar una semana por andar de parranda con amigos y amigas sumerias.
La creación de dioses, diosas, diosillos y deidades tuvo un auge insospechado en todos los continentes: China, Japón, México, La India Los Polinesios, Los Polacos, Los Griegos, no se diga, que incluso exportaban a otros países, los indios de Norte América, los hebreos, todo el mundo se dedicó a crear dioses.
¿Dios creador del hombre? Más bien luce todo lo contrario el hombre se dedica a crear no un dios, sino todo un almacén de dioses.
Hay muchas clases de dioses, de todos los gustos y colores como los que siguen a continuación.
MINERBA (Grecia), diosa de las Creencias y Artes
MNEMOSINA (Gracia), diosa de la memoria
KORSCHA (Eslava), diosa de los placeres
FORTUNA (Roma), de las mujeres solteras
GOSTSITEMO (Japón), dios de la medicina preventiva
AUSCA (Polonia), diosa de la Aurora
BATIVONU (Polinesia), dios de las tortugas
MAMMON (Fenicia), dios de la riqueza
KIKIMORA (Rusia), dios de la noche y el sueño
PIDROVATI (India), dios de los muertos
PELÉ (Hawái), dios de los volcanes
AGOYO (N. Guinea), dios del buen consejo
CENTEOTL (Azteca), dios del maíz
CANOPUS (Egipto), dios de las aguas
Los romanos, amén de sus 400 y pico de dioses, tenían sus dioses caseros, los lares encargados de que nada faltara en el hogar, sobre todo vino, otra diosa bien solicitada era en Roma la Hetaira, protectora de las prostitutas, mientas los ladrones y esclavos se encomendaban a al dios Porewith, su muy divino protector.

Desde sus orígenes, la relación del hombre y la naturaleza tiene un doble aspecto: el dominio que las todo poderosas fuerzas naturales ejercían sobre el hombre, incapaz de entenderlas siquiera, ya no digamos de controlarlas; el dominio que poco a poco, y gracias a sus instrumentos de trabajo, medios de producción y capacidad, consigue el hombre sobre la naturaleza.
Ese “poco a poco” viene a ser una especie de técnica de conocimiento de plantas, de fenómenos naturales, de funciones anatómicas, mediante la cual el hombre primitivo cree poder influir de modo fantástico sobre la toda poderosa naturaleza esa “Técnica” es precisamente LA MAGIA.
Confundía con la religión, la magia es pronto aprovechada y localizada en algunos individuos que se suponen dotados de poderes extraordinarios, lo que pasa que, uno es más observador que los demás.
Individuos que, gracias a sus mayores conocimientos o al desarrollo de sus facultades señoriales logran detener alguna enfermedad, prevenir alguna enfermedad, prever algún acontecimiento, explicar algún fenómeno o, en una palabra “hacer creer” a los demás en lo que ellos querían, atribuyendo sus “facultades” a acuerdos o regalos de los dioses.
Y así nacieron los magos brujos o sacerdotes y con ellos, la primera memoria dominante, la primera case explotadora.
El sacerdote, es decir el mago, se atribuye y se inventa una “representación” de los dioses: gracias a dioses, gracias a esos poderes logra comunicarse con los dioses y servir de “enlace” vocero y receptor de sus deseos.

¡Debemos tener contentos a los dioses para que nos traten bien!
¡Hay que regalarles lo mejor que tengamos para que nos mande lluvia!
¡Los dioses no quieren que seamos ricos: sacrifiquemos en su honor el oro hijitos!
¡Dudar de dios es un pecado contra dios, que puede enojarse y castigarnos!
El razonamiento es muy simple y lógico para los hombres ignorantes del todo, los dioses son los que manejan todo: el sol la lluvia las estrellas, la luna las estrellas, los volcanes, los animales y los hombres

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